Esta recta me tiene enamorada. No es demasiado común en nuestro país, pero la blueberry pie es un clásico de la repostería americana y parece que con el verano y el buen tiempo, apetece más que nunca.

Cada vez que la preparo, no puedo evitar sentirme un poco Blancanieves, cuando está cocinando y los pájaros le ayudan a poner y cerrar la masa mientras cantan. Sin duda mi proceso dista mucho de ese, pero el resultado también es de cuento.
INGREDIENTES:
- 500 g de arándanos
- 200 g de azúcar moreno
- 35 g de maicena
- 25 de mantequilla
- 1 cucharadita de canela
- vainilla (opcional)
INGREDIENTES MASA:
- 375 g harina
- 255 g mantequilla fría
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 60 ml de agua fría

PREPARACIÓN:
Lo más “laborioso” de esta receta es la masa, y vas a ver que es muy sencilla de preparar y el resultado es espectacular. Si vas con prisa, siempre puedes usar una masa quebrada que venga preparada, pero te advierto que el sabor no tiene nada que ver.
Mezcla en un bol la harina, la sal y el azúcar y añade la mantequilla fría cortada en tacos. Con ayuda de tus manos, integra la mantequilla con la harina hasta que adquiera el aspecto de unas migas y no quede harina suelta.
Vierte la mitad del agua fría. Debe quedar una masa suave y manejable, si está muy pegajosa añade más harina, si por el contrario está seca y se rompe añade un poquito más de agua.
Cuando la tengas lista, tápala con papel trasparente y déjala reposar en la nevera una hora.
Una vez pasado ese tiempo saca la masa de la nevera y divídela en dos partes, una un poco más generosa para la base.
Estira la masa con la ayuda de un rodillo y colócala sobre el recipiente en el que vayas a hornear.
Mezcla los arándanos, la maicena, el azúcar moreno y la canela y ponlos sobre la masa.
Extiende la mantequilla en pequeñas láminas sobre la superficie de arándanos.

Por último, utiliza la masa que te sobró para crear la parte de arriba a tu gusto, pero recuerda que la masa debe tener alguna abertura en la parte superior.
Este es el momento ideal para dar rienda suelta a tu creatividad. Para que no se deforme demasiado la masa, puedes refrigerarla un rato antes de hornearla.

Pinta la superficie con yema de huevo y un poco de leche y hornea a 180 °C durante una hora. Verás que la superficie se dora y el relleno burbujea.
Deja enfriar la tarta sobre una rejilla y refrigerarla hasta que la vayas a servir.

Desde que la probé, se volvió una de mis recetas favoritas, los arándanos cogen una textura parecida a la mermelada, que junto con la masa es una combinación deliciosa.

Es una alternativa vistosa y original para sorprender en cualquier celebración.
Aunque yo no esperaría a tener nada que celebrar para darme este homenaje, cualquier excusa es buena.

Normal que los enanitos le hiciesen un hueco a Blancanieves, vas a ver que es la mejor carta de presentación.

Anímate a probarla y cuéntame qué te ha parecido.
Una respuesta a “Tarta de arándanos”