Magdalenas de grosellas y semillas de amapola

Hoy te traigo una receta que nos encanta y la hemos preparado muchísimas veces desde que la probamos por primera vez.

Dice mucho a su favor que sea un básico de nuestro repertorio. Hay recetas que pruebas, te gustan, pero caen en el olvido. Al fin y al cabo hay que priorizar y cuando no estás haciendo una receta nueva repites sólo aquellas que te han encantado.

No me lío más. Estas magdalenas se venden solas.

INGREDIENTES:

• 3 huevos
• 200 g de azúcar
• La ralladura de un limón
• 1/2 vasito de ron
• 250 g de mantequilla
• 250 g de harina
• 3 cucharaditas de levadura química
• 10 g de semillas de amapola
• 150 g de grosellas
• Almendras laminadas
• Azúcar glas

PREPARACIÓN:

Empezamos batiendo los huevos junto con el azúcar y la rayadura de limón hasta que quede una mezcla aireada y algo más clara de tono.

Sin dejar de batir incorpora el ron y a continuación la mantequilla en pequeños taquitos.

Queda una mezcla de aspecto grumoso, pero no te preocupes que está bien.

En este punto yo dejo de utilizar el amasador, para integrar el resto de los ingredientes a mano, con más cuidado.

Primero la harina y levadura, previamente tamizada. Después las semillas de amapola y por último las grosellas, con mucho cuidado para no romperlas.

No hay que mezclar la masa demasiado una vez que añadas la harina, así que en cuánto quede todo perfectamente integrado pasa a rellenar las cápsulas de las magdalenas.

Pon por encima un puñadito de almendras laminadas y hornea a 180°C con calor por ambas zonas y sin ventilar.

Estarán listas en unos 18-20 min, pero estate atenta cuando crezcan y se doren por la parte de arriba.

Una vez listas déjalas enfriar un poco antes de desmoldarlas y enfriarlas totalmente sobre una rejilla.

Como toque final espolvorea un poco de azúcar glas sobre la superficie de tus magdalenas.

A pesar de que a Asturias el calor ha llegado más tarde y menos intenso, las hemos tomado acompañadas de una horchata bien fría. La verdad es que es una merienda de diez.

Te van a sorprender cuando las pruebes, son ligeras y cero empalagosas. Las grosellas junto con el limón, le da un toque bastante ácido y a pesar de ser muy esponjosas, las almendras laminadas y las semillas de amapola hacen un contraste crujiente espectacular.

La receta da para 13-14 magdalenas y las terminamos en un visto y no visto.