Buñuelos de viento

Los buñuelos de viento son, junto con los huesos de santo, el dulce más típico del día de Todos Los Santos.

Nosotros solíamos comprarlos, pero aprovechando que estaba en compañía de mi padre, nos hemos arremangado y hemos preparado la receta tradicional.

El resultado es delicioso, el proceso un poco tedioso, pero si cuentas con un pinche apañado será coser y cantar.

INGREDIENTES:

• 200 ml de agua
• 30 g de mantequilla
• 20 g de azúcar
• 130 g de harina
• 1 cucharadita de levadura
• 4 huevos
• 1 pizca de sal

PREPARACIÓN:

Calienta el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal en un cazo hasta que hierva.

Quita el cazo del fuego y pon toda la harina junto con la levadura de golpe. Debes remover enérgicamente en todo momento.

Vuelve a poner al fuego hasta que se forme una bola de aspecto suave.

Retírala nuevamente del fuego y deja que pierda un poco de temperatura antes de añadir los huevos de uno en uno y sin dejar de remover, para que se integren bien y no se cuajen.

La masa debe tener un aspecto suave y sin grumos.

Deja que la masa temple un poco más antes de cocinar los buñuelos.

Pasado un rato, pon en una sartén profunda la cantidad suficiente de aceite de girasol como para dejar a la masa flotar.

El aceite debe estar caliente antes de empezar a freír los buñelos, pero a fuego medio si no quieres que se quemen.

Con ayuda de dos cucharitas de postre poniendo pequeñas porciones de masa en el aceite, verás como crece y adquiere una forma redondeada.

Ve girando la masa para que se dore por todos lados. Con ayuda de una espumadera retíralos y ponlos a escurrir sobre papel de cocina.

Con ayuda de una cánula fina y alargada, puedes rellenarlos de los sabores que más te gusten, nata crema, chocolate…

Nosotros usamos esta receta de crema, que nos encanta.

Aunque siempre están deliciosos, recién hechos es cuando mejor textura tiene la masa.

Espero que os animéis a intentarlo y feliz día de Todos Los Santos.